Nadie parecia fijarse en el niño pequeño que llevaba en sus brazos a un gato el niño aparentaba hablar con el gato en voz baja:
- Y ahora que hacemos?
El gato movio las orejas y maullo pero hablo en voz baja de forma que solo el niño puediera oirlo
- No estoy segura, sera mejor esperar un rato, hasta que nadie sospeche y entonces...
De la boca del gato asomo una hilera de dientes blancos y afilados mientras el niño y el gato se adentraban mas por las calles.